Busto de Augusto con corona cívica |
La reforma
incrementó enormemente la cifra neta de ingresos que Roma percibía de sus
nuevos territorios, estabilizando el flujo y regularizando la relación
financiera entre Roma y las provincias, en lugar de provocar resentimientos
continuos ante cada nueva exacción de tributos. Las cifras impositivas durante
el reinado de Augusto se determinaban por el censo de población, con cuotas
fijas para cada provincia en función del número de habitantes. Los ciudadanos
de Roma y de Italia pagaban impuestos indirectos, mientras que las provincias
debían pagar impuestos directos a Roma. Entre los impuestos indirectos se
contemplaba un impuesto del 4% sobre el precio de los esclavos y un 1% sobre
los bienes vendidos en subasta, así como un impuesto de sucesiones del 5% sobre
aquellas herencias cuyo valor fuese mayor de 100.000 sestercios y siempre que
el parentesco entre el causante y el heredero no fuese de primer grado.
Otra reforma de gran importancia fue
la abolición del sistema privado de recolección de impuestos que ejercían los
publicanos, que sería reemplazado por un
servicio público de carácter funcionarial de recolectores de impuestos. En la
era republicana el sistema habitual había sido el de los publicanos,
contratistas privados que habían llegado a tener suficiente poder como para
influir en la política de Roma. Los publicanos habían ganado muy mala fama y
una gran fortuna personal gracias a la adjudicación de los derechos de
recaudación de impuestos en áreas locales. Roma, a través del sistema de subasta, otorgaba el derecho de recaudación de
impuestos a la persona que más ingresos ofreciese a Roma, y el beneficio del
publicano se basaba en todas aquellas cantidades que fuese capaz de recaudar
por encima de la cifra ofertada, contando para ello con la bendición de la
metrópolis. La falta de una supervisión efectiva, combinada con el deseo de los
publicanos de maximizar sus beneficios, supuso la creación de un sistema de
exacciones arbitrarias que a menudo era muy cruel con los contribuyentes. Era
un sistema ampliamente percibido como injusto, y muy dañino para la economía.
Áureos con Marco Antonio (izda) y Octaviano (dcha). Segundo Triunvirato |